25 marzo, 2009

Haciendo real el sueño imposible

Los momentos
Street Spirit con el coro de la gente.
El pogo durante There There: "We are accidents waiting to hapen" a pleno.
Experimentar en vivo el baile de Thom Yorke: altera los sentidos y contagia con intensidad radioactiva. Drum & Baires.
Las miraditas entre Ed O´brien y Colin Greenwood hacia la gente como diciendo "Qué al palo que están estos pibes".
El zapatillazo.
Los gritos
"Chetos!" dirigido a los Kraftwerk de algún espectador indignado.
"Viste que vine, boludo?" en un momento Thom Yorke estaba demasiado cerca y se lo tuve que decir.

22 marzo, 2009

Destrucción

Chris Cornell - Scream (2009)
Cumpliendo con esa vieja premisa que reza aquello de “quien avisa no es traidor” Chris Cornell aparece en la tapa de su último disco en impulso aéreo, a punto de destruir una guitarra eléctrica. Como queriendo exorcizarse de toda distorsión.
Scream se trata de composiciones desparejas que transcurren sin pausa ni descanso; cada track fluye en el siguiente. A los largo de las trece canciones se suceden innumerables sonidos y bases sampleadas de una elaboración y cocción que niega el crudo de los instrumentos grabados en vivo. Apelando al eufemismo, se podría hablar de un álbum experimental que apuesta a estribillos potentes en formato pop.
Chris Cornell y su elección de interpretar un álbum alejado del rock, abriendo su espectro a otros públicos y sonidos, recuerda a aquellos actores íconos del cine de acción que pasaron a protagonizar comedias familiares, acaso creyéndolo como un paso necesario en su carrera profesional. El resultado devuelve inevitablemente una imagen hecha añicos del artista, a la deriva luego de ese cambio de timón. El ícono se destruye en otro ámbito, se desintegra al entrar en ese offside de reconocimiento social, diría Oscar Steimberg.
Y es que estos experimentos resultan ser tan fallidos como olvidables.

09 marzo, 2009

Héroe, ebrio y perdido

La piratería en sus diversas formas y el constante incremento de precio en la entrada de cine dio lugar a que los grandes estudios tomen como estrategia la realización de películas basadas en comics y superhéroes. Este intento apuesta por un despliegue de grandes efectos que devuelvan al espectador a vivir la obra cinematográfica en su elemento: la sala de cine. Así es como desde hace algunos años este género ha bombardeado la cartelera con innumerables títulos. Claro que en esta gran oferta se pueden encontrar grandes películas (“Batman Dark Knight”, ambas “Hellboy”) y de las otras (“Daredevil”, “Los Cuatro Fantásticos”, la última “Superman”). El caso de Hancock se presenta extraño ya desde su planteo; un superhéroe (Will Smith) que, con look de homeless, sobrevuela sin capa y ebrio la ciudad de New York metiendo la pata cada vez que decide intervenir contra los malos. Es entonces que se topa con un asesor de imagen que ve una inmejorable oportunidad en la devaluada figura de este raro superhéroe, obligándolo a hacer buena letra para reivindicarse con la gente. Si bien mantiene algunas convenciones del género como el drama existencial que subyuga al superhéroe (en este caso Hancok no recuerda su pasado por lo que desconoce su origen) promediando la trama la película pega un volantazo argumental deviniendo en un triangulo de amor bizarro. Y es que la película dirigida por Peter Berg es ante todo impredecible; manteniendo ciertos mandamientos del género no deja de asumir riesgos de los que sale siempre en un vuelo alto, en principio errante pero finalmente victorioso, como el del propio Hancock.

08 marzo, 2009

Onda Vaga

Las canciones de los Onda Vaga nacieron en las arenas de Cabo Polonio, ciudad donde la única corriente es la del mar. De ahí su formación que prescinde de la electricidad: percusión, acústica, trompeta y canciones con voces a coro.
Sus letras son irresistibles himnos estivales en tono de mala vida, coloreados con guitarreadas de pantalones arremangados y hedonismo de hostel.
Trompetas que dan calor invocadas para los últimos capítulos de este verano: http://www.myspace.com/ondavaga