30 septiembre, 2008

La Cuerda Floja

"Gorianopolis es el nombre con el que edité dos compilados de canciones. El primero lo grabé en el 2001 y el segundo en el 2007. Ambos fueron publicados en sitios web y están en libre disposición para que los bajen y copien"
Nótese que se evita utilizar el término "disco", las canciones llegan directamente a quien lo disponga. Si bien se sabe que la edición discográfica completa la obra, ofrecer material a través de esta vía es la excepción que refuta la regla de los fines comerciales de una grabación.
"La Cuerda Floja" es el nombre de la segunda aparición solista de Gori, viejo guerrero under, ex guitarrista Minoría Activa y Fun People (pasado hardcore del que heredó la corta duración de las canciones) y actual frontman (de que otra forma sino con ese look entre Faces y Brian Jones que ostenta) de Fantasmagoria, con quienes ya había incursionado en esto de la edición only free download con Clearence (2001).
Hablemos entonces de lo importante. Luego del acusticazo multicolor que entregó en su primer lanzamiento solista de nombre homónimo (disponible en www.mandarinasrecords.com.ar/), en esta oportunidad nos encontramos con cinco canciones. “A Veces” abre el disco como una marcha de bombo y palmas en tempo reducido que oficia a modo de intro de lo que será de ahí en más un viaje a bordo de una camioneta humeante a través de campos de algodón. Predomina un tono distendido y displicente, que encuentra su pico en la lírica de “Después Lo Hago”, oda a la parsimonia, celebración del ocio: “Tengo que hacer millones de cosas: copiarme un Cd, dejar de fumar”. Los rasguidos de guitarra, una tenue armónica y las teclas de piano que caen como dulces gotas son la compañía de ambientación bucólica a esa voz tan personal. Ideal para esas paradas de ruta en medio del campo o como soundtrack en horario de siesta de esas vacaciones en la que no nos pudimos ir a ningún lado, La Cuerda Floja complace delimitándose en espacio (http://gorianopolis.com.ar/) y tiempo; aquel momento en apariencia eterno del que nadie nos avisa cuando termina.